lunes, 30 de octubre de 2017

Recetario para la Construcción del “Príncipe” de Maquiavelo.


Las siguientes son una serie de cualidades que debería poseer alguien quien desease ser un príncipe, al igual hechos puntuales sobre los cuales debería tener en cuenta para actuar:

[1].  El príncipe debe tener destreza en el manejo de armas, tanto propias como ajenas para conquistar, mantener o recuperar el Estado.

[2].  El príncipe debe tener la virtud de seguir las enseñanzas de los mayores, pero contextualizada a su tiempo.

[3].  El príncipe debe ser un visionario de la modernización del Estado.

[4].  El príncipe debe tener astucia para conservar enemigos, puesto que con ello su popularidad se verá aumentada.

[5].  El príncipe debe ser un conocedor de los discursos para dirigirse a sus gobernados para no cometer el error de ofenderlos.

[6].  El príncipe no debe tener vicios muy irritantes alguno puesto que dará ejemplo y no será aborrecible.

[7].  El príncipe debe tener el poder de crear hábitos políticos por donde fluya sus enseñanzas.

[8].  El príncipe debe tener virtud y prudencia.

[9].  El príncipe debe ser racional para dejar lo que está bueno y cambiar lo que está mal.

[10].         El príncipe debe tener como enemigos a quienes se opusieron a su principado.

[11].         El príncipe no puede familiarizarse mucho con los que lo colocaron en el principado puesto que sus intereses guiarán esa amistad.

[12].         El príncipe debe tener la audacia de tener y conservar cooperación en los Estados gobernados y los que están por gobernar.

[13].         El príncipe debe tener la disposición de castigar a quien quiera rebatarle su principado o lo quiera traicionar.

[14].         El príncipe debe ser un audaz investigador para quitar el velo de los sospechosos de rebatarle el Estado de las manos.

[15].         El príncipe debe autocrítico en sus debilidades para fortificar dichos puntos débiles.

[16].         El príncipe debe propender por mantener relaciones positivas con otros Estados, puesto que dicha relación será útil en algún momento.

[17].         El príncipe debe tener la capacidad de extinguir la descendencia del príncipe anterior en los territorios conquistados para que los antiguos estatutos no converjan con el interés de conservar el poder sobre ellos.

[18].         El príncipe debe ser calculador en cuanto a adherir los nuevos territorios conquistados a su principado, para ello debe evitar alterar las leyes o aumentar los impuestos.

[19].         El príncipe debe residir en los territorios conquistados para que la adhesión a su principado sea más seguro y durable, capaz de reprimir los posibles desórdenes con prontitud y de defenderlos de un extranjero que desee atacar.

[20].         El príncipe debe enviar representantes, al igual que un ejército a las colonias para que sean la llave del nuevo Estado.

[21].         El príncipe debe despojar todo los bienes a quienes se han opuesto a su principado y evitar desórdenes es quienes piensan que el nuevo Estado es saqueador, del modo contrario, permitir a conservar sus bienes a quienes no lo han hecho para generar temor a alguna revuelta y dispersar a los despojados.

[22].         El príncipe no debe permitir ningún tipo de ofensa contra su principado.

[23].         El príncipe debe ser un analista en cuanto a ver las condiciones del nuevo territorio para mantener su ejército, puesto que la escasez y la incomodidad generada puede hacer ganar como enemigos a los pobladores.

[24].         El príncipe debe hacerse jefe y protector de los príncipes vecinos que son menos poderosos que él en los nuevos territorios e ingeniarse la forma para debilitar al más fuerte de ellos para evitar posibles invasiones.

[25].         El príncipe debe evitar que los príncipes vecinos adquieran mucha fuerza y autoridad e impugnar de cualquier manera una posible adhesión con príncipes extranjeros.

[26].         El príncipe debe tener la cualidad de hacerse amigos de los príncipes de los alrededores para que la necesidad de abatirles no llegue.

[27].         El príncipe debe percatarse de las alianzas con príncipes iguales o más poderosos que él y de su presencia sobre sus territorios.

[28].         El príncipe debe ser un total conocedor de su Estado.

[29].         El príncipe debe tener súbditos humildes a su lado para que le ayuden a gobernar que se destaquen por ser servidores solamente, puesto que su autoridad sería mayor, serían más difíciles de corromperlos y sería reconocido por todos como el ser superior.

[30].         El príncipe debe dejar en los territorios conquistados un tribunal de un corto número de participantes que cuide y conserve a los fieles, para que su dominación y autoridad se vea representada.

[31].         El príncipe debe imponer las propias leyes de su reino principal en territorios conquistados, puesto que si no lo hace será derrocado por ésta ya que la probabilidad de que no obedezca es alta y su venganza alta.

[32].         El príncipe no debe imitar a sus predecesores, debe elegir únicamente a algunos varones insignes que se destacaron sobre los demás, a fin de que si no consigue igualarlos, tenga sus acciones  a lo menos alguna semejanza con las suyas.

[33].         El príncipe debe ser un “ser” con mucho valor y no con mucha fortuna, debe ser sabio para que provea de felicidad y prosperidad a sus Estados.

[34].         El príncipe debe ser un conocedor de leyes para que los nuevos estatutos que se impongan tengan consistencia y no dependa de otros factores, que en vez de tener la necesidad de rogar, pueda precisar.

[35].         El príncipe debe tener ingenio y superior talento, puesto que puede reinar ya que puede contar con la fidelidad y apego de las tropas.

[36].         El príncipe debe antes de serlo, preparar los fundamentos de su soberanía.

[37].         El príncipe debe tener sus propias armas, no depender de armas ajenas puesto que éste hecho incurriría a la traición.

[38].         El príncipe debe tener bajo su mando personas con excelentes cualidades para mantener el control del Estado, aunque hay que prever que éste no tome demasiado poder.

[39].         El príncipe debe asegurarse de sus amigos y buscar nuevos amigos.

[40].         El príncipe debe triunfar por la fuerza o por el fraude.

[41].         El príncipe debe hacerse amar y temer por los pueblos.

[42].         El príncipe debe ser severo y agradable.

[43].         El príncipe debe ser magnánimo y liberal.

[44].         El príncipe debe conservar la amistad de los reyes y príncipes, de forma que tengan que servirle con buena gracia o no ofenderlos que con miramientos.

[45].         El príncipe debe hacer buen o mal uso de la crueldad para proveer seguridad y tranquilizar a sus gobernados.

[46].         El príncipe debe contener grados altos de astucia: “astucia afortunada”.

[47].         El príncipe debe mantener feliz al pueblo puesto que éste a través del uso de tropas le puede ayudar a expandir su reinado, además, puede contar con que ellos no lo traicionaran ni lo abandonaran.

[48].         El príncipe debe mantener felices en cierto grado a los magnates para que no lo abandonen, lo ataquen o lo destruyan; ellos conservan en sus manos mucho poder.

[49].         El príncipe debe ser honrado y amado.

[50].         El príncipe debe conservar a los magnates que le dan buenos consejos porque le honran en la prosperidad.

[51].         El príncipe debe mirar como enemigos a aquellos magnates que piensan solo en sí mismo porque en la adversidad le ayudaran a caer.

[52].         El príncipe debe conciliarse con el pueblo para no carecer de recursos ante la adversidad.

[53].         El príncipe debe tener muchos hombres y dinero para conformar un ejército capaz de retener cualquier ataque.

[54].         El príncipe debe estar dispuesto a pedir ayuda ajena si se ve obligado a encerrarse.

[55].         El príncipe debe fortificar tanto su residencia como el resto del país.

[56].         El príncipe debe ser poderoso y valiente  ya que podrá superar las dificultades y hace creer a los gobernados que el mal no durará mucho tiempo en caso de que se les aparezca.

[57].         El príncipe debe ser un líder innato, alguien que suba los ánimos y busque solucionar los problemas.

[58].         El príncipe debe procurar que los cimientos de su poder  sean buenos, de lo contrario,  se arruinará.

[59].         El príncipe debe ir siempre al frente de su tropa, la cual debe propender por ser propia.

[60].         El príncipe no debe hacer mucho uso de las tropas mercenarias puesto que las conquistas son lentas, tardías, débiles, y las pérdidas son repentinas e inmensas.

[61].         El príncipe debe ser experto en el arte de la guerra y en el ejercicio de las armas

[62].         El príncipe no debe confiarse de sus armas en tiempo de paz, al contrario, es el momento en el que más son útiles.

[63].         El príncipe debe estar rodeado de personas con habilidades y cualidades únicas y de ese modo tiene la posibilidad de adquirir nuevos conocimientos y destrezas.


[64].         El príncipe no debe poseer ninguna actitud avara.

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