TRATADO DE LIBRE
COMERCIO (TLC)
INTRODUCCIÓN:
En
el siguiente ensayo se define el concepto de Tratado de Libre Comercio (TLC),
los diferentes aspectos que este contiene, los beneficios o perjuicios que trae
para los implicados de estos convenios de tipo económico. También se mostrará
la situación de Colombia respecto a estos tratados, la forma como se ha
aplicado y cómo ha beneficiado a la economía Nacional, de igual forma las
perspectivas que tiene los directamente implicados: comerciante, caficultor,
agricultor, exportador, entre otros. Además, se tratará de analizar cómo se ha
comportado la producción interna en sus diferentes campos productivos
(Ganadería, la Caficultura, la
producción de leche, etc.) y por último desde una perspectiva crítica se
hablará si fue la mejor opción que tomo Colombia sobre su propia economía al
involucrarla en estas dinámicas del mercado internacional aperturista.
TLC:
El
Tratado de Libre Comercio se podría definir como el rompimiento de las barreras
comerciales de tipo normativo que hacen dos países con el fin de facilitar el
intercambia comercial entre estos dos y poder de esta manera vender sus
productos con mayor libertad, pero con no entran en choque con los derechos y
principios de cada país.
TRATADO DE LIBRE COMERCIO EN COLOMBIA:
Colombia
desde hace más de treinta años ha mantenidos unos convenios con los países que
conforman la Comunidad Andina y últimamente reafirmó las relaciones con los
integrantes de MERCOSUR, sin hablar de los Tratados de Libre Comercio que tiene
con México, Chile y Venezuela, que pertenecen a la Asociación Latinoamericana
de Integración (ALADI); otros que integran la CAN, la Organización Mundial de
Comercio. En el último año, se terminó de concretar convenios económicos con la
Unión Europea.
Firmar
un TLC implica para un país fortalecer internamente la producción, su economía
y el mecanismo como se produce, para el caso de Colombia, ésta no estaba aún
preparada para asumir estas exigencias teniendo en cuanta que no se cuenta con
una mecanización de la agricultura, con subsidios -como los que tienen los
agricultores de la comunidad europea- dejándola en gran desventaja e
imposibilitándola de competir en el mercado internacional, debido a que ellos
pueden producir a menos costo y por lo tanto este puede ofrecer abiertamente
mejores precios algo que no puede Colombia, la mano de obra en cada producto
nacional es costoso que se reflejan en el valor cuando se adquiere un producto
colombiano.
Los Tratados de libre
comercio (TLC) han sido las peores decisiones que ha tomado Colombia, con estos
sólo se ha logrado la destrucción del agro y la industria en general, la
acumulación de la pobreza y lo más importante, la pérdida de la soberanía
nacional y la seguridad alimentaria, puesto que en el año 1985 el sector
agropecuario producía el 90% de los alimentos categorizando a Colombia como una
nación autosuficiente y hoy en día esta cifra ha reducido casi a la mitad
autosuficiente debido a la reducción de un millón de hectáreas de producción
agrícola. Con los TLC se pretendía que el mercado colombiano invadiera e
hiciera parte del mercado o comercio internacional pero se quedó estancada
debido a que la competencia de los países desarrollados no es leal puesto que
sus agriculturas están en niveles desproporcionados altamente subsidiadas con
unas cifras de contribución que sobrepasan los $13.000 millones de dólares y en
el caso de nuestro país no cuenta con ninguna ayuda subsidiada por parte del
gobierno nacional; el escudo que tenía el Estado Colombiano para protegernos de
esas tasas de producciones subsidiada era a través de los aranceles y cuando se
quitó ese escudo nos invadieron con precios por debajo del que les cuesta a
ellos y después de destruir el agro interno sublevan los precios a nivel internacional.
También se suponía que con los Tratados de Libre Comercio ayudaría en el
aumento de las unidades de exportación, no obstante esta se encuentra cada vez
más derrotada, incluyendo el café que es la tercera parte de la economía
nacional y primer producto de exportación debido a que en los últimos años se
han importado un millón de sacos de café por año.
En 1992, se produjeron
17 millones de sacos de café y hoy en día esa cifra se redujo a 9 millones de
sacos de café; más aún, cuando se rompe el pacto de POTA y el Pacto
Internacional del Café PIC, el Estado abandonó la caficultora por completo y
dejó vulnerable la caficultura, provocando que el 95% de caficultores sólo
cuentan con 5 hectáreas de tierra y el 80% de estos al final de la cosecha no
obtienen en ganancia. Hablando del por qué nuestros mercado no ha invadido ni
se ha ajustado a las dinámicas internacionales, es debido a que los productos
que vienen del tercer mundo no ingresan al mercado europeo debido a que los
aranceles de todos estos países lo establecieron a precios muy elevados, en el
caso de África lo fijaron a un 140% para vender azúcar africana y sumado a las
subvenciones crea impotencia económica de los productores nacionales, debido a
que no pueden exportar y limitando la creación de empleos.
Unas posibles causas de
la caída agrícola colombiana: haber quitado los aranceles, haber desaparecido
el aparato estatal del agro (IDEMA), que fijaba unos precios de sustentación y
garantizaban a los consumidores unos precios buenos y a los productores precios
rentables; haber quitado los créditos de fomento para la agricultura. En la
actualidad los únicos que han resultado beneficiados ha sido los productores de
agro-combustibles y se afirma que el éxito se debe a la alta protección del
estado con un subsidio de $5 millones de pesos por cada hectárea de caña o
palma, cuyo auge provoca únicamente el desplazamiento el cultivo de alimentos
de consumo de primera necesidad entre ellas el arroz.
Además de estas nuevas
dinámicas, los países industrializados, las agencias de desarrollo
internacional, el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas, etc.,
han convencido al tercer mundo que no es bueno establecer aranceles ni cuotas
arancelarias y eliminar las que ya están, que hay que subvencionar a los
agricultores para que una economía crezca y por lo tanto reducir las barreras
del comercio por el propio bien de un país, pero ellos siguen subvencionando su
propia agricultura con fondos con los que tampoco cuentan estos países en
subdesarrollo, justificándose en que no sería razonable abolirlos estos
inmensos subsidios.
CONCLUSIÓN:
La
realidad de nuestro país que desde luego se ha involucrado en el modelo
aperturista y en cuanto a los Tratados de Libre Comercio (TLC) y convenios
económicos con Estados Unidos, La Unión Europea, China y otros países que son
desarrollados -súper potencias económicas-, con los cuales a la hora de la
verdad nuestros costo de producción son elevadas y nuestras tasas mínimas casi
invisibles de subsidios a la agricultura colombiana no nos permite competir en
los campos de precios en dinámicas económicas internacionales dejando ver que
vamos en la misma línea de tiempo de los países que ya se encuentran en crisis
y aunque no hemos sentido la misma oleada en las mismas dimensiones ya se
sientes las consecuencias de las decisiones económicas que han tomado nuestro
dirigentes, empezando por la quiebra de empresas nacionales y por la depresión
del agro de Colombia viéndose representado en las últimas y masivas
movilizaciones de nuestros campesinos exigiéndole al Estado seguridad para
poder participar y competir en el mercado.
REFERENCIAS
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y FALCONÍ, Fander (Ed). TLC más que un
tratado de libre comercio. FLACSO Ediciones, Quito – Ecuador. 2005
ARDILA, Martha y
CARDONA, Diego (Ed). Colombia y su
política exterior en el siglo XXI. Fondo Editorial CEREC, Bogotá. 2005
BOTERO, Jesús. Estimación del impacto sobre el empleo de
los tratados de libre comercio en Colombia; análisis de equilibrio general
computable. CEPAL – SERIE Estudios y perspectivas – Oficina de la CEPAL en
Bogotá. Santiago de Chile, 2005.
CORDEIRO, José
Luis. El desafía latinoamericano, segunda
edición. McGraw-Hill Interamericana. Colombia, 2007.
ESTEVADEORDAL,
Antoni y ROBERT, Carolyn (Ed). Las Américas sin barreras, Negociaciones
comerciales de acceso a mercados. Banco Inter-Americano de Desarrollo, 2001
FAZIO, Hugo. TLC, El amarre del modelo. LOM
Ediciones, Santiago de Chile. 2004.
UMAÑA, Germán. El juego asimétrico del comercio. El tratado
de Libre Comercio Colombia-Estados Unidos. Universidad Nacional de
Comercio, Centro DE Investigaciones para el Desarrollo. Bogotá, 2004
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