jueves, 20 de marzo de 2014

TRATADO DE LIBRE COMERCIO (TLC)

TRATADO DE LIBRE COMERCIO (TLC)

INTRODUCCIÓN:
En el siguiente ensayo se define el concepto de Tratado de Libre Comercio (TLC), los diferentes aspectos que este contiene, los beneficios o perjuicios que trae para los implicados de estos convenios de tipo económico. También se mostrará la situación de Colombia respecto a estos tratados, la forma como se ha aplicado y cómo ha beneficiado a la economía Nacional, de igual forma las perspectivas que tiene los directamente implicados: comerciante, caficultor, agricultor, exportador, entre otros. Además, se tratará de analizar cómo se ha comportado la producción interna en sus diferentes campos productivos (Ganadería, la Caficultura,  la producción de leche, etc.) y por último desde una perspectiva crítica se hablará si fue la mejor opción que tomo Colombia sobre su propia economía al involucrarla en estas dinámicas del mercado internacional aperturista.

TLC:
El Tratado de Libre Comercio se podría definir como el rompimiento de las barreras comerciales de tipo normativo que hacen dos países con el fin de facilitar el intercambia comercial entre estos dos y poder de esta manera vender sus productos con mayor libertad, pero con no entran en choque con los derechos y principios de cada país.

TRATADO DE LIBRE COMERCIO EN COLOMBIA:
Colombia desde hace más de treinta años ha mantenidos unos convenios con los países que conforman la Comunidad Andina y últimamente reafirmó las relaciones con los integrantes de MERCOSUR, sin hablar de los Tratados de Libre Comercio que tiene con México, Chile y Venezuela, que pertenecen a la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI); otros que integran la CAN, la Organización Mundial de Comercio. En el último año, se terminó de concretar convenios económicos con la Unión Europea.
Firmar un TLC implica para un país fortalecer internamente la producción, su economía y el mecanismo como se produce, para el caso de Colombia, ésta no estaba aún preparada para asumir estas exigencias teniendo en cuanta que no se cuenta con una mecanización de la agricultura, con subsidios -como los que tienen los agricultores de la comunidad europea- dejándola en gran desventaja e imposibilitándola de competir en el mercado internacional, debido a que ellos pueden producir a menos costo y por lo tanto este puede ofrecer abiertamente mejores precios algo que no puede Colombia, la mano de obra en cada producto nacional es costoso que se reflejan en el valor cuando se adquiere un producto colombiano.
Los Tratados de libre comercio (TLC) han sido las peores decisiones que ha tomado Colombia, con estos sólo se ha logrado la destrucción del agro y la industria en general, la acumulación de la pobreza y lo más importante, la pérdida de la soberanía nacional y la seguridad alimentaria, puesto que en el año 1985 el sector agropecuario producía el 90% de los alimentos categorizando a Colombia como una nación autosuficiente y hoy en día esta cifra ha reducido casi a la mitad autosuficiente debido a la reducción de un millón de hectáreas de producción agrícola. Con los TLC se pretendía que el mercado colombiano invadiera e hiciera parte del mercado o comercio internacional pero se quedó estancada debido a que la competencia de los países desarrollados no es leal puesto que sus agriculturas están en niveles desproporcionados altamente subsidiadas con unas cifras de contribución que sobrepasan los $13.000 millones de dólares y en el caso de nuestro país no cuenta con ninguna ayuda subsidiada por parte del gobierno nacional; el escudo que tenía el Estado Colombiano para protegernos de esas tasas de producciones subsidiada era a través de los aranceles y cuando se quitó ese escudo nos invadieron con precios por debajo del que les cuesta a ellos y después de destruir el agro interno sublevan los precios a nivel internacional. También se suponía que con los Tratados de Libre Comercio ayudaría en el aumento de las unidades de exportación, no obstante esta se encuentra cada vez más derrotada, incluyendo el café que es la tercera parte de la economía nacional y primer producto de exportación debido a que en los últimos años se han importado un millón de sacos de café por año.
En 1992, se produjeron 17 millones de sacos de café y hoy en día esa cifra se redujo a 9 millones de sacos de café; más aún, cuando se rompe el pacto de POTA y el Pacto Internacional del Café PIC, el Estado abandonó la caficultora por completo y dejó vulnerable la caficultura, provocando que el 95% de caficultores sólo cuentan con 5 hectáreas de tierra y el 80% de estos al final de la cosecha no obtienen en ganancia. Hablando del por qué nuestros mercado no ha invadido ni se ha ajustado a las dinámicas internacionales, es debido a que los productos que vienen del tercer mundo no ingresan al mercado europeo debido a que los aranceles de todos estos países lo establecieron a precios muy elevados, en el caso de África lo fijaron a un 140% para vender azúcar africana y sumado a las subvenciones crea impotencia económica de los productores nacionales, debido a que no pueden exportar y limitando la creación de empleos.
Unas posibles causas de la caída agrícola colombiana: haber quitado los aranceles, haber desaparecido el aparato estatal del agro (IDEMA), que fijaba unos precios de sustentación y garantizaban a los consumidores unos precios buenos y a los productores precios rentables; haber quitado los créditos de fomento para la agricultura. En la actualidad los únicos que han resultado beneficiados ha sido los productores de agro-combustibles y se afirma que el éxito se debe a la alta protección del estado con un subsidio de $5 millones de pesos por cada hectárea de caña o palma, cuyo auge provoca únicamente el desplazamiento el cultivo de alimentos de consumo de primera necesidad entre ellas el arroz.
Además de estas nuevas dinámicas, los países industrializados, las agencias de desarrollo internacional, el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas, etc., han convencido al tercer mundo que no es bueno establecer aranceles ni cuotas arancelarias y eliminar las que ya están, que hay que subvencionar a los agricultores para que una economía crezca y por lo tanto reducir las barreras del comercio por el propio bien de un país, pero ellos siguen subvencionando su propia agricultura con fondos con los que tampoco cuentan estos países en subdesarrollo, justificándose en que no sería razonable abolirlos estos inmensos subsidios.

CONCLUSIÓN:

La realidad de nuestro país que desde luego se ha involucrado en el modelo aperturista y en cuanto a los Tratados de Libre Comercio (TLC) y convenios económicos con Estados Unidos, La Unión Europea, China y otros países que son desarrollados -súper potencias económicas-, con los cuales a la hora de la verdad nuestros costo de producción son elevadas y nuestras tasas mínimas casi invisibles de subsidios a la agricultura colombiana no nos permite competir en los campos de precios en dinámicas económicas internacionales dejando ver que vamos en la misma línea de tiempo de los países que ya se encuentran en crisis y aunque no hemos sentido la misma oleada en las mismas dimensiones ya se sientes las consecuencias de las decisiones económicas que han tomado nuestro dirigentes, empezando por la quiebra de empresas nacionales y por la depresión del agro de Colombia viéndose representado en las últimas y masivas movilizaciones de nuestros campesinos exigiéndole al Estado seguridad para poder participar y competir en el mercado.

REFERENCIAS

ACOSTA, Alberto y FALCONÍ, Fander (Ed). TLC más que un tratado de libre comercio. FLACSO Ediciones, Quito – Ecuador. 2005
ARDILA, Martha y CARDONA, Diego (Ed). Colombia y su política exterior en el siglo XXI. Fondo Editorial CEREC, Bogotá. 2005
BOTERO, Jesús. Estimación del impacto sobre el empleo de los tratados de libre comercio en Colombia; análisis de equilibrio general computable. CEPAL – SERIE Estudios y perspectivas – Oficina de la CEPAL en Bogotá. Santiago de Chile, 2005.
CORDEIRO, José Luis. El desafía latinoamericano, segunda edición. McGraw-Hill Interamericana. Colombia, 2007.
ESTEVADEORDAL, Antoni y ROBERT, Carolyn  (Ed). Las Américas sin barreras, Negociaciones comerciales de acceso a mercados. Banco Inter-Americano de Desarrollo, 2001
FAZIO, Hugo. TLC, El amarre del modelo. LOM Ediciones, Santiago de Chile. 2004.
UMAÑA, Germán. El juego asimétrico del comercio. El tratado de Libre Comercio Colombia-Estados Unidos. Universidad Nacional de Comercio, Centro DE Investigaciones para el Desarrollo. Bogotá, 2004

No hay comentarios:

Publicar un comentario