Por:
Miguel Ángel Martinez
https://www.facebook.com/miguelangelmartinezparra1992/
Estudiante De Ciencia Política
UNIVERSIDAD DEL CAUCA
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Estudiante De Ciencia Política
UNIVERSIDAD DEL CAUCA
Era
un amanecer encantador como cualquier otro en Ivix, ciudad ancestral de
Portlem; la mañana estaba resplandeciente y pacífica, las aves celebraban la
salida del oasis del sol, el cielo estaba totalmente despejado, el ambiente era
completamente un remanso, los niños corrían, la gente salía al mercado y no había
alertas de guerras. –Buenos días amor- le susurró dulcemente Igor a su esposa
en el oído mientras se acercaba cautelosamente por la espalda como un gato
cuando se dispone a cazar y entre un abrazo como uno de esos que se desean que
nunca se acaben preguntó: –¿si recuerdas por qué este día es el más especial de
todos?- con una sonrisa picaresca y haciéndose la desentendida Shelenna
contestó que no sabía, –Hoy hace diez años te miré por primera vez en el
campamento de altos mandos de contraataque y espionaje de la guardia real,
vestías el uniforme de cuero negro de espía que te hacía lucir tan bella y tan
ruda a la vez-, respondiendo al aquel abrazo, entre risas y carcajadas –Claro
que si bobito, me acuerdo perfectamente porque usabas un trapajo como prenda
militar, estabas preocupado porque se te había extraviado una las medias que te
dieron como dotación y te di un calcetín rojo que no combinaba para nada con el
uniforme, pero accediste porque tu patrulla ya iba de salida y el uso de las
botas sin algo en los pies te lastimaban- después de un beso como de recién
enamorados decidieron levantarse de la cama para preparar todos los detalles de
aquel día tan especial principalmente su cena de aniversario.
Como
golondrina queriendo atraer lluvia, Igor caminaba en las tiendas de flores en
busca de un ramo de rosas rojas e inmensas para su amada en su noche especial
que desechaba cualquier otro ofrecimiento de otras flores que al igual eran tan
hermosas como un rosa. En su preludio por calles de la plaza, ninguna de las
ofertas llenaba la expectativa que en su mente dibujaba, caminó y caminó sin
suerte alguna; al caer ya el ocaso de la tarde desistió de la idea de encontrar
las rosas que deseaba y se dirigió a la primera floristería que en la mañana
recorrió, –Señor, me podrías vender el ramo que me mostró y que furtivamente
rechace- con una cara de asombro el vendedor afirmó no poder, que sus rosas
rojas y todo su jardín rojo por fenómeno desconocido se convirtieron en un tono
blanco como si una lluvia de este color fuese caído sobre ellas e impregnado
los pétalos de estas flores. Con extrañes compró una docena de aquellas rosas y
se retiró de aquel lugar, no había espacio en su mente para averiguar acerca de
estos sucesos.
La
más romántica cita en la historia de aquella pareja ya se acercaba, caía la
tarde lentamente y la gran luna llena exigía un espacio en el firmamento, el
delicioso y penetrante aroma de la comida extendía sus ramas en todo el hogar,
las velas aromáticas eran perfectas para cultivar el ambiente que se deseaba.
Shelenna había pasado todo el día preparándose para su amado y éste busco el
mejor traje para tan importante ocasión, con mucha ilusión Igor pretendía sorprender
a su esposa al llevar el calcetín rojo que ella le dio cuando se conocieron. Ya
aseado, peinado, perfumado y en su elegante traje negro de Channel el ansioso
hombre se disponía a colocarse sus finísimos zapatos Gucci, pero
sorprendentemente el calcetín ya no estaba en el baúl de recuerdos donde él lo
había guardado por mucho tiempo; sin más opción y después de buscar por una
hora en toda la casa se puso un par de medias normales, pensativo se dirigió a
la sala en la que lo esperaba Shelenna con una copa de vino añejado de un
cultivo de uvas de hace ochenta años, ambos se acomodaron en la mesa adornada
que pareciese que no escatimaron gastos en aquella velada, pero él no dejaba de
pensar en el futuro incierto de su amuleto.
La
gran velada estaba por finalizar, de la langosta no quedaba ninguna partícula,
de la deliciosa comida francés quedó sólo el cuento y del vino las botellas
vacías rondaban sobre la mesa, – ¿Qué te pasa, te he visto preocupado en toda
la cena, no estás conforme con lo que preparé para los dos?- preguntó su aún
joven esposa, pero él no deseaba por ningún motivo que su esposa supiese acerca
de su calcetín, en su mente rondaban cantidades de hipótesis dando razón a la
desaparición de este objeto, – No pasa nada, sólo recordaba algunas cosas de
cuando te conocí- terminando esta oración del centro de la casa se abrió un
portal cósmico y de ahí salió un magnífico ser ancestral, era Tureno el dragón
de los dioses, tomó a Igor a la fuerza y en un destellar luminoso
desaparecieron del lugar.
– ¿Dónde
estoy, por qué me trajeron, qué van a hacer conmigo?- cantidades de preguntas
que no serían respondidas en ese
instante salieron de la boca de Igor palpitantemente y al no tener respuesta
alguna seguía insistiendo ferozmente a alguien que se encontrase en el cuarto
oscuro en el que había parado inconscientemente, – Callaos homo sapiens- alcanzó a oír en uno
de los lados y velozmente se le acercaba una luz incandescente impidiéndole ver
el rostro de aquel ser y en una conversación extensa todas los cuestionarios
que rondaba en la mente de Igor desaparecieron por completo; el individuo le
explicó que él era Irhis el dios del
arcoíris y de los sentimientos humanos, que necesitaba su ayuda para recobrar
el equilibrio de todo el mundo porque su hermano Crotino, deidad de la
oscuridad había destruido el color rojo del universo para inducir a los seres
vivos a odiarse y provocarles su propia destrucción; también le contó que buscó
en todo lugar hasta el más recóndito algún objeto del mismo tono para darlo
como ofrenda a los dioses superiores y sacar de ello su colaboración, que el
único artículo que encontró no había servido porque este conservaba de su dueño
un gran valor sentimental que impedía cualquier acción de sacrificio, que
necesita que el propietario de aquel elemento en decisión propia eliminara
todos los sentimientos que se conservaran en este y que por ese motivo él se
encontraba en ese lugar. Igor entendió inmediatamente lo que hablaba aquella
divinidad, él se refería concretamente a su calcetín rojo, sin oposición acepto
el pedido. Al tener Irhis la respuesta del hombre llamó a Tureno, se subieron
en el lomo de la criatura y se dirigieron al templo de los dioses supremos para
realizar la ofrenda.
Después
de un largo viaje llegaron al fin al santuario, descendieron del dragón, ahí
también los esperaba Crotino, un ser de apariencia inocente y llena de dulzura que
por algún medio tuvo conocimiento de lo que planeaba hacer Irhis y que dañaba
sus planes, – No permitiré que destroces mis planes!- gritó enfurecido el
malvado ser y de sus extremidades sacó poderes increíbles que amenazaban la
vida de Igor, con un movimiento de su palma de la mano Irhis detuvo los
ataques, le rogó al hombre que se dirigiera al caldero de ofrendas mientras él
entretenía los ataques de su hermano y valientemente Igor hizo caso y partió
corriendo al lugar que le indicó el dios del arcoíris.
El
homo sapiens ya se encontraba en el sitio donde debía ir, pero
sorprendentemente de alguna manera el dios de la oscuridad pudo flaquear la
defensa de Irhis dejándolo inconsciente posibilitándolo tras un chasquido
transportarse velozmente hacia donde estaba Igor, pero ya era tarde la puerta
del cuarto estaba abierta y el hombre ya se disponía a entrar, –Detente!- gritó
Crotino y usando su poder de convencimiento trato manipular la decisión de
aquel guerrero –¿Cómo puedes sacrificar algo que valoras mucho?- le preguntó el
dios al hombre. Sin poner mucho cuidado aparentemente Igor entró y cerró el
gran portón, frente al gran caldero hecho de oro puro y calentada por magma,
decidido estiró su brazo con su calcetín rojo en el extremo para ser arrojada,
pero recordó la pregunta que le hizo esa inocente y malvada criatura, supo que
no podía hacerlo porque era lo más importante para él y se retractó de su
decisión, se retiró de ese lugar y en la entrada se encontraba Crotino
intentando con mucho salvajismo abrir la puerta, Igor le confesó que no podía
dar como ofrenda lo que le recuerda su momento más feliz. Ya tranquilizado el
ser oscuro y con una risa muy dulce y amable sacó de su puño un rayo y se lo
lanzó al mortal provocándole que su corazón estallara y muriera, tomó el
calcetín y lo pulverizó, Irhis se acercaba rápidamente pero era muy tarde el
humano estaba muerto.
La
intención del dios Crotino ya estaba completada, tomo su poder oscuro e invadió
todos los corazones de la humanidad, levantando de cada ser, reino y país guerras interminables y odio
mutuo que no permitían que la convivencia fuese posible. El dios Irhis no tuvo
otra opción que contarle a la esposa de Igor, Shelenna lo que había pasado y
ella juro por todos los dioses que vengaría la muerte de su amado.

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