jueves, 18 de junio de 2015

Las Sociedades de Control: una visión desde la Ciencia Política.

        Yesid Conda 
        (Est. Ciencia Política Universidad del Cauca).

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Resumen:
Las sociedades de control están principalmente asociadas a la vigilancia, puesto que no necesita de la modalidad del encierro -como ocurre con la disciplina-, con el fin de ejercerla sobre los sujetos. Por tal motivo la vigilancia en la era del control está más relacionada con el desarrollo tecnológico que con instituciones, en la cual la primera se sobrepasa a la segunda. El siguiente ensayo pretende desarrollar los prceptos de las sociedades de control desarrollados por Sygmunt Bauman, Loic Wacquant, José Libardo Ariza y Manuel Iturralde desde una visión de la ciencia política.

Palabras Claves: Sociedad de control, Vigilancia, Cárcel, Cero tolerancia, Seguridad, Criminalidad.

Abstract:
Control societies are mainly associated with monitoring, since it does not need closure mode (as with the discipline), this in order to exercise on the subject. Therefore, surveillance in the era of control is more related to technological development with institutions, in which the former exceeds the latter. The following essay aims to develop the rules of the societies of control developed by the author Sygmunt Bauman, Loic Wacquant, Jose Libardo Ariza and Manuel Iturralde, from a perspective of political science.

Key Words: Society Control, Surveillance, Prison, Zero Tolerance, Security, Crime.

A medida de que el tiempo pasa, el contexto social de un Estado cambiando, surgiendo dentro sí efectos positivos o negativos que permiten cuestionar el desarrollo como tal de la sociedad, con base en esto Bauman expone en “Trabajo, consumismo y nuevos pobres”, la adaptación del Estado de bienestar de Estados Unidos y Europa, que si bien, propendía por generar una serie de políticas sociales que respondieran a las necesidades en cuanto a salud, educación, vivienda, servicios públicos y subsidios, sin embargo, todas estas acciones de buena voluntad estatal tiene un costo y por ser tan alto no era sustentable, siendo las empresas capitalistas las más aptas para soportar ese peso puesto que tenían el dinero; por lo anterior el Estado se ha obligado a cambiar para adaptarse a las nuevas dinámicas sociales y económicas, pasando de ser un Estado Liberal, un Estado Socialista a un Estado Social-Democracia.
Hay que aclarar que dichas empresas a favor del capitalismo hacían dicho aporte monetario para el sostenimiento de las políticas sociales debido a que ello podría mantener su ejército de reserva, es decir, una mano de obra capitalista. Todo esto dio fin cuando empezaron a salir de las entrañas del neoliberalismo las grandes transnacionales, que les permitió a través de una migración global de los diferentes procesos de la producción, reducir los costos, escogiendo como lugares claves a países en subdesarrollado o en vías de desarrollo ya que su valor salarial salía en gran proporción más económico, haciendo de su rentabilidad y sustentabilidad valores más altos.
Gracias al neoliberalismo surge una nueva clase social: la “clase media”, que a comparación como se cree en Colombia, no existía la ideología del consumo, es decir, eran consumidores verdaderos. Éste fenómeno se pudo evidenciar de forma más clara el EE.UU. y Europa, en donde los que no podían consumir se convertían en los nuevos pobres, entraría en la categorización social de “clase marginal”, que en su generalidad eran personas que no trabajaban, que no tenían ética por el trabajo y entrando en su SER se ubicaban los desempleados, especialmente los que eran jóvenes. Es ahí cuando la sociedad del control viene imponerse debido a que la pobreza es criminalizada y por consiguiente era necesario la creación de un Estado Penal que fuese capaz de castigar los nuevos criminales.

Reseñando la teoría de la tolerancia cero, esto nos lleva a pensar en las políticas de seguridad actuales,  como lo vemos con Manhattan, en New York; desde esta perspectiva el llamado desorden social es inadmisible, como se había dicho anteriormente no es tolerable que haya una sociedad que vaya en contra del sistema, una sociedad que este presentándose como piedra en el zapato para el Estado, es sentenciada a ser oculta en las tinieblas de una cárcel. Esa contraposición al sistema se ha denominado desorden social, el cual no es tolerado. Cuando se presenta este fenómeno de desorden social es atacado con la represión,  la cual va dirigida a ciertos sectores de la sociedad, ese sector se puede evidenciar desde aquellos que no son vistos como productores del capital, es decir aquellos suburbios que se han quedado en el atraso, en el subdesarrollo y que han demostrado su inconformidad contra el sistema productivo neoliberal, los cuales van a recibir esa represión aplicando la no tolerancia hacia el desorden.

Desde las distintas construcciones nacionalistas, dentro de este concepto de reprimir el desorden social y que apunta a los pobres en la mayoría de los países como es el caso de Estados Unidos, donde se puede encontrar que apunta hacia una línea totalmente racista, y xenofóbica, desde el pensamiento crítico se observa que en el sujeto se encuentran todas las formas de opresión, racial, de género, entre otras, apuntadas hacia el ser o hacia el otro que no se adapta a cierto sistema, es decir este concepto racial hace notar a los Estados, como Estados patriarcales con proyectos coloniales, pensando el racismo como prejuicio social. Ejemplo de ello se puede ver que en Estados Unidos se linchan a los negros, en Europa se habla de Neo Nazis, un racismo prejuiciada con estereotipos,  desde aquí el racismo siempre va ser institucional, no puede haber racismos sin instituciones de acuerdo a Loic Waqcuant.
Desde esa institucionalidad se puede hacer referencia al concepto policial, es decir que la represión estatal está representada por un aparato policivo que va a atacar a los pobres, este aparato represivo, en gran medida es privatizado, ya que la represión se vende o se maquilla con el concepto de la seguridad, dicho de otra manera se muestra una idea de seguridad mediante la ejecución represiva del control social u orden social favoreciendo siempre al pudiente. En síntesis la seguridad solo es de un sector privilegiado hacia un sector desfavorecido, esto lleva a que la seguridad sea adquirida por aquellos que tienen como acceder a la seguridad es decir aquellos que tienen un capital para comprar la seguridad y hacer uso  sobre el  otro, o del sujeto visto como un desorden social.

Es así como se puede afirmar que la teoría de la tolerancia cero, es una teoría de embellecimiento de un problema social, el problema de la pobreza visto desde una óptica meramente económica. Esto denominado desde aquellos ciudadanos globales, esos ciudadano globales han aplicado una ideología del consumo,  una sociedad ideologizada para consumir, para ser productor de la economía, un ciudadano que sea capaz de adquirir y dar al neoliberalismo, de lo contrario sería objeto de exclusión, lo que lo estaría llevando hacer parte de aquellos suburbios que son nichos de pretextos para ser reprimidos, es decir si eres pobre estas condenado a ser visto como un tropiezo para la economía productiva del desarrollo global.
Es por eso que esa represión va encaminada hacia los pobres, entre ellos aquellos sujetos que no logran insertarse dentro del Estado Neoliberal, es así como desde el autor Waqcuant  la presión penal coincide, así, sobre segmentos de población marginada del mercado laboral, entre los que se hallan población joven, inmigrantes de diversa condición y, en muchos países, bajo una clara connotación racial. Tal y como se les trata a los afros o inmigrantes en Europa, en Estados Unidos esta penalización reprime a Latino Americanos, tratándolos como esclavos, no un Esclavo de tiempos atrás, si no un esclavo sin condición laboral estable. Según por Wacquant, las probabilidades de sufrir una detención son reforzadas por el hecho de carecer de trabajo seguro. Además, un condenado sin empleo es apresado con una mayor frecuencia, a lo cual se añade la poca probabilidad futura de inserción profesional del detenido o detenida, situación que incrementa también la duración efectiva del encarcelamiento. En muchas de las sociedades analizadas, casi la mitad de detenidos tuvo solo educación primaria, y otro tanto carecía de cualquier trabajo en el período previo al encarcelamiento, este perfil se presenta en casi la mayoría de los espacios carcelarios, personas que no supieron insertarse en un mercado del Estado Neoliberal.

También el autor expresa que se trata de una política de penalización de la precariedad social, en síntesis la consolidación de cárceles para la miseria, para aquellos que no se incorporan al modelo productivo. Con esto, no se trata únicamente como lo expresa Wacquantde que el encarcelamiento es en sí mismo una máquina de pauperización para los condenados, sus familias y sus sectores de origen, pues desata a la vez toda una serie de categorizaciones y clasificaciones sociales que perennizan la inseguridad social.
Es así como dentro de la tolerancia cero que nos muestra Wacquant, se pasa del Estado de bienestar al Estado Neoliberal lo que trae el nuevo Estado Penal, que lógicamente llega regido bajo un sistema penal que lo único que ha atraído es el hacinamiento de personas dentro de cárceles, un hacinamiento que ha sido disfrazado bajo el concepto de seguridad y de quererlo mostrar como una opción de solución al problema de desorden social, para esto podemos mirar casos como Guatemala y el salvador, donde existen pandillas como los Maras 18 o los Maras Salvatruchas, es el caso de las pandillas más peligrosas del mundo, aquí se puede observar varios aspectos, entre ellos se observa que estas pandillas desde el interior de las cárceles actúan, lo que da a entender que por más que se trate de tratar este problema con la penalización, la delincuencia va seguir, en segundo lugar que sus integrantes son de contextos de pobreza, tercero que los gobiernos de derecha han realizado campañas contra estas pandillas pero no han logrado erradicarlas, lo que Wacquan llama un problema de querer ver un desorden social meramente desde lo represivo hacia la precariedad social.

Otro fenómeno que se presenta desde este análisis es del hacinamiento, donde se puede encontrar que los datos son aterradores, de una manera exponencial en los últimos 15 años, del traspaso del estado de Bienestar al estado Penal el hacinamiento crece en un 70%, y en su mayoría en países imperialistas va dirigida a emigrantes y negros.

Dentro de este sistema penal, el cual cada día crece y debido a esto las cárceles no dan abasto, también se presenta alternativas de penalización como las casas por cárcel, los dispositivos electrónicos de vigilancia, después de un panóptico ya se pasa a una vigilancia desde el propio recinto del sujeto. Lo que lleva a que los gobiernos han enfatizado en incrementar el gasto público sobre los sistemas penales y penitenciarios, de tal manera que se descuidan servicios públicos tales como la salud entre otros, ignorando la raíz de problemas sociales y presentando un visión de ideología consumista es decir queriendo dar a entender que el desorden social es producto o es culpa de las personas que no son capaces de insertarse y adaptarse dentro de un modelo productivo y de consumo, disfrazando la pobreza, y quitándole en cierta medida la responsabilidad al Estado sobre los servicios públicos como la educación y más bien se está criminalizando al pobre.
También para traer otro caso a colación dentro del análisis de la criminalización de la pobreza se puede presentar a México, un país gobernado por Felipe Calderón. De acuerdo a los últimos estudios, México se encuentra hundido en una crisis humanitaria caracterizada por actos sistemáticos de violencia física articulados a condiciones de violencia estructural. De acuerdo a las cifras oficiales documentan más de 65 mil asesinatos entre diciembre de 2006 y diciembre de 2012 vinculadas a la guerra contra el crimen organizado.[1]
De acuerdo a esto durante el mismo periodo, se presentaron más de 11,000 quejas en contra de las Secretarías de Defensa Nacional (SEDENA), Marina, Seguridad Pública y de la Procuraduría General de la República (PGR), la mayoría por tratos crueles, detenciones arbitrarias e irregulares en cateos. A su vez, la misma CNDH reportó casi 17,000 desapariciones desde el inicio del sexenio hasta noviembre 2011.[2]
Si bien los datos de muertes violentas y de desaparecidos son en sí mismos escalofriantes, cabe destacar que suceden en un plano socioeconómico marcado por los efectos de tres décadas de políticas neoliberales en las que la tasa de pobreza incrementó de manera significativa en relación al poder adquisitivo y a los precios de la canasta básica.
Aunque los últimos diez años hubo avances notables en infraestructura y en acceso a servicios, poco ha mejorado el incremento de ingresos para las poblaciones en condiciones de marginación en México[3].
El hombre más rico del mundo, Carlos Slim, comparte el territorio nacional con 52 millones de pobres, 46% de la población. Según el Informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Desarrollo Humano de los Pueblos Indígenas, 87% de los 14 millones de indígenas viven en condiciones de alta o de muy alta marginalidad[4].
Finalmente de acuerdo es estos ejemplo cercanos, se puede ver como los Estados empiezan a tratar el problema de la pobreza desde una lógica de represión y criminalización de los suburbios, de los nichos de pobreza, acumulando personas dentro de centros penitenciarios, queriendo maquillar el sistema Neo Liberal, excluyendo políticas que vayan encaminadas a una solución real de problemas sociales.

Al hacer una radiografía del sistema penal de Estados Unidos, Wacquant expone que hay un crecimiento exponencial del 70% de presos en ese Estado de Bienestar, siendo en su mayoría negros e inmigrantes, generando una crisis puesto que ya no habían cama para tanta gente, siendo un mecanismo para aliviar ese sistema la creación del sistema horizontal conformado principalmente por la casa por cárcel, el uso de brazalete rastreador y el chip; las anteriores permitían que sin estar en la cárcel el preso esté atrapado en el sistema penitenciario. De la misma forma, muestra que del gasto público se invierte bastante en el sistema penal dejando de lado la inversión en políticas sociales que resuelvan de forma más radical éste dilema, ya que actualmente se mete a la cárcel a mucha gente por nada.
Al tener tanta demanda el sistema carcelario, éste se volvió un negocio redondo para empresas como Microsoft, Apple ya que se empezó a generar un tipo de privatización usando como justificación  la resocialización y a cambio de ésta se pone a trabajar a los presos (reducción de la pena), aunque hay que denotar que la mano de obra que ofrecen los presos es mucho más económica que en cualquier lado del mundo.

No hay que ir al norte para ver cómo es que funciona el sistema carcelario, en el cual además de ser una técnica de encierro, se ha convertido en un orden social excluyente. Colombia para el 2007, el 20% de los pobres se queda con el 2,7 del PIB (Producto Interno Bruto), el 20% de la población se queda con el 61% del PIB, el 1,08% de la población posee el 53% de las tierras rurales productivas y 300 familias manejan el 75% del mercado bursátil; entonces ¿qué podríamos decir al respecto?, queda claro que con esas cifras Colombia es el país más desigual del mundo y es ésta desigualdad la que ha hecho peso en los niveles tan altos de pobreza, dando como efecto dominó el aumento de la criminalidad que del año 1998 al año 2008, la variación porcentual de la tasa de delitos fue de 71,95%, es decir, hubieron un 260% más de presos, los cuales un 26,6% eran por delitos que atentaban con la vida e integridad, un 24,8% atentaron contra el patrimonio, un 15,18% por narcotráfico, un 9,54 por delitos sexuales y un 8,45% por atentar contra la seguridad pública; de lo anterior es necesario denotar que el 94% de los presos pertenecen a a hombres jóvenes ya que estos son más propensos a caer a la cárcel, el 96,44% de los presos (tanto hombres como mujeres) no tienen bachillerato y que en el sistema carcelario la resocialización para ellos es nula puesto sólo el 1,4% del presupuesto en sistema penal es ejecutado en cuanto a la educación. Del 96,44% de los presos que entran sin bachillerato apenas 1% al salir de la cárcel logra terminar el bachillerato y sólo un 1% de esa cantidad presenta las pruebas ICFES.

Respecto al trabajo dentro de la cárcel, sólo el 35% de los presos trabajan y principalmente en actividades que no lo cualifican para que cuando salga a la cárcel se integre una actividad laboral; recogiendo, en Colombia las cárceles no resocializan.

CONCLUSIONES:

El Estado de Bienestar propende por lo creación de políticas sociales que le permitan redimir las necesidades de la población.

El Esto Social de Derecho es la mutación del Capitalismo Social.

La clase media ha sido por mucho tiempo la que prácticamente sostiene la economía, ya que son los que se dedican a consumir y consumir

La pobreza es una necesidad de todo Estado para acabar ya que significa que su población no está teniendo una vida digna.

Al no ser capaz un Estado de acabar con la pobreza a través de políticas sociales, le queda el camino de criminalizarla para concentrarla en un solo lugar.

Entre más desigualdad exista en un Estado, más niveles de pobreza existirá y por ende el crecimiento de la criminalidad es directamente proporcional a ésta.

 La política de tolerancia cero da una idea de embellecimiento del ciudadano global y quien no se ajuste a éste y provoque desorden social debe no ser tolerado.

BIBLIOGRAFÍA

BAUMAN, Zygmunt “Ascenso y caída del estado benefactor.” Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Gedisa, Barcelona, (1998) 2005. Pp. 73-98.

BAUMAN, Zygmunt. “La ética del trabajo y los nuevos pobres”. Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Gedisa, Barcelona, (1998) 2005. Pp. 99-128.

WACQUANT, Loic. “Como llega a los europeos la “sensatez” penal”. Las cárceles de la miseria. Ediciones manantial. Argentina. (1999) 2004. Pp. 19-82.

WACQUANT, Loic. “la tentación penal en Europa”. Las cárceles de la miseria. Ediciones manantial. Argentina. (1999) 2004. Pp. 19-82.

LIBARDO ARIZA, José y ITURRALDE, Manuel. “los muros de la infamia”, Prisiones en Colombia y América Latina. Bogotá: Universidad de los Andes., 2011.




[1] Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), México
[2] Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), México
[3] Banco Mundial, 2004, p. 18 - 25
[4] PNUD, 2010, p. 30 - 38




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LA AGRICULTURA EN COLOMBIA

EVOLUCIÓN COMO SECTOR PRODUCTIVO Y LEGISLATURA.

(Est. Ciencia política Universidad del Cauca)
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AGRICULTURA COLONIAL:

El desarrollo de la actividad agraria antes del colonialismo español, era de forma artesanal (barbecheo), desarrollada por las múltiples organizaciones indígenas que ya habitaban en la Nueva Granada y encontradas por los colonos, destacándose algunas agrupaciones quienes ya tenían de alguna forma, la agricultura más avanzada que por lo general se agrupaban multifamiliarmente como los muiscas; y otras menos evolucionada conformadas por los recolectores y cazadores.
 Ya colonizada estas tierras por los conquistadores,  se establecieron figuras económicas como la de los encomenderos[4] -que más tarde se convierten en terratenientes a través de la legislación de 1591-, quienes tenían el poder sobre casi toda la economía de ese entonces: de la producción de la tierra (a ellos les debemos la introducción de buen número de plantas y animales)[5], del manejo de esclavos, las exportaciones, etc., no obstante, se dependía principalmente de la exportación de bienes nativos. Todo este peso económico fue recargado principalmente en los indígenas, quienes en un tiempo -aún todavía en el S. XVI- y debido a la excesiva explotación comenzaron a ‘’extinguirse’’ y que a mediados del S. XVII y durante el S. XVIII ganaba importancia el modo de producción esclavista; este hecho que obligó a la Corona y españoles residentes en las Indias tomar medidas que equilibrara y beneficiaran a todos y se estableció un pacto colonial en donde se comprometían a la fuerza con los intereses locales y a proteger la organización social indígena, aunque más bien era un llamado de atención. Con estos desarrollos en la agricultura colonial), se da la aparición de los arrendatarios en las haciendas y propietarios parcelarios, aparceros y colonos, quienes ejecutaron cambios en la forma cómo se producía internamente, la productividad del trabajo -también el uso de la mita[6]- y de la tierra (uso del azadón metálico, el hacha, el machete, el arado de madera con puntas de hierro, rastrillos con puntas de metal y trapiches muy primitivos): alargamiento de la jornada laboral, movilización de la mano de obra a lo largo de amplias regiones y el establecimiento de otras actividades como la minería, el transporte y los obrajes, surgiendo así la figura de ‘’servidumbre’’. También cabe mencionar las constantes luchas por la obtención de la tierra que estaban en manos de personas con influencia política, que sirvió para el proceso de monopolización que obligó a los campesinos[7] establecerse en terrenos ya cedidos y por lo tanto a pagar a sus dueños en especie y dinero. Poco a poco se fue organizando económicamente la Nueva Granada, centrándose en la minería, la agricultura (cultivo de trigo, cebada, semillas de hortalizas), la ganadería (manifiesta mayor fuerza en el S. XVIII) ‘’todos estos avances de la actividad mercantil resultaron de la creación de nuevos sistemas productivos, en especial la hacienda, que permitió lanzar a la circulación el tabaco, pieles, azúcar y algodón’’[8]; a medida en que se hacía se dejaba de depender menos del comercio monopolista español y se aumentaba el intercambio entre las colonias.
La población criolla tenía impedimentos legales y extralegales en la posesión de tierras debido a los constantes presiones de la gente blanca y mestiza, situación que provoca que se tomen por vías de hecho algunos resguardos indígenas establecidos en la legislación del 1591 y ocupación de tierras laderas (origen de muchos de los pueblos y parroquias de pequeña propiedad), según Kalmanovitz (1988): ‘’ El desarrollo de la pequeña propiedad parcelaria en el Nuevo Reino fue factible sólo en las tierras de los que los criollos acaudalados no pudieron apropiarse jurídicamente, en algunas regiones donde no sometieron la mano de obra y en los terrenos pendientes y de mala calidad’’.

AGRICULTURA DURANTE EL SIGLO XIX Y SIGLO XX:

Durante este periodo se dan un ritmo de ruptura del esclavismo, un fortalecimiento de otras formas y nuevos circuitos de producción y circulación; la hacienda logra monopolizar la tierra -
concesión de baldíos -permanentemente- (Véase cuadro 1) y somete una gran cantidad de población  a la servidumbre[9], se funda sobre la opresión sobre mestizos e indígenas y en el congreso de Cúcuta de 1821 se vio como se presionaba al Estado para que disolviera los resguardos indígenas[10]. El congreso aprobó modificaciones en el sistema de tributación (unificación de impuestos: exportación e importación) para promover las exportaciones de bienes agrícolas y pecuarios. La producción de café empieza a dominar el mercado nacional. El café, tuvo muchas incidencias en cuanto al desarrollo de las políticas agrarias del país, como dice Eduardo Nieto (1971):
(Al café) se le debe también otra transformación histórica: el desarrollo y la formación de mercado interno…no hemos tenido que realizar una especial reforma agraria para la creación o ampliación del mercado. En otras naciones fue necesario eliminar el feudalismo mediante reformas agrarias leves o fundamentales…En virtud del café las relaciones entre la agricultura y las industrias urbanas han sido éstas: aquella ha condicionado el desarrollo de éstas.[11]

 En la crisis mundial (1928, el precio del café cayó) el Estado tuvo que intervenir, convirtiéndose en representante directo de la Federación y defender el precio interno. Según Kalmanovitz (1988):
Con la expansión del grano entre 1900 - 1925, los exportadores cafeteros se convirtieron con rapidez en el grupo más decisivo en poderío económico y financiero que existía en el país. El nacimiento en 1927 de la Federación Nacional de Cafeteros sólo fue la legalización de un poder que ya de hecho se había forjado y expresado desde 1903 en la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). A Fedecafé se le confirieron poderes especiales[12] de regulación de los precios internos y de protección cafetero (exportador)…[13]

En 1940, la Federación de Cafeteros y la SAC reclamaban un nuevo estatuto de reglamentación de la aparcería en favor de los terratenientes.
 ‘’La extensión de la ganadería (…) fue el principal elemento dinámico de nuestra evolución agrícola desde el fin del periodo colonial hasta la gran expansión del café´´[14]. Se halla un desabastecimiento de las necesidades de la industria debido a que la agricultura en este tiempo era incapaz de hacerlo a excepción de la cebada, impulsada por la industria cervecera; en este caso en 1928 se decretó una política de librecambio de agrícola, que intentaba suplir la carencia de alimentos a través de las importaciones; el desarrollo capitalista exigía la destrucción de la economía de subsistencia del agro y que por las rentas en las haciendas reducían el nivel de vida de los arrendatarios, pero surgen nuevas organizaciones políticas propagando las ideas de libertad e igualdad. En 1926, el Congreso afrontó el problema de la propiedad súper latifundia a través de la ley 74 de 1926, donde exigía a los terratenientes probar sus títulos.[15]
De acuerdo a la CEPAL, entre los años 1930-34, 1935 y 1939 la economía del país crece de forma moderada y posiblemente que fue gracias a la tecnificación y modernización (empleo de mano de obra asalariada)[16], avance de la frontera agrícola y la producción de las nuevas unidades a partir de la expansión de la red de caminos, el surgimiento dentro de los campesinos de algunos empresarios capitalistas.

LEGISLACION Y REFORMAS AGRARIAS:

En Colombia se ha ejecutado un sin número de Políticas Públicas a nivel de la actividad agraria, con el fin de impulsar esta actividad como rentable en la productividad  interna del país, también, se establecieron con alas de que fuese competitiva a nivel internacional, otras por lo tanto, sirvieron para subsanar algunos conflictos que se vivían alrededor de posesión de tierras; algunas de está ya fueron anterior mente nombradas, sin embargo es necesario destacarlas individualmente.
El Estado fijo las vías por donde debía erguir el desarrollo del capitalismos a través de la ley 200 de 1936, que de forma ambigua prescribía la distribución de la tierra inexplotadas por sus dueños y se le daba diez años para que decidiera explotar sus predios en forma capitalista (con base en el trabajo asalariado); para forzar el cumplimiento la ley prohibía  las rentas en trabajo, en especie y el pequeño arriendo en dinero.[17]Esta ley parte en dos la historia del latifundio conformados en el siglo XIX en Colombia (al igual que las disposiciones promulgadas en 1925) reduciéndolos de 50, 100 mil y hasta un millón a mil, cinco y diez mil hectáreas (reflejo del desarrollo capitalista) y de este modo también fomentó la siembra de pastos y el aumento de la ganadería[18].
En el periodo llamado ‘’Revolución en Marcha’’, se introdujeron unos cambios con el fin de lograr unos beneficios económicos; de acuerdo a Absalón Machado en libro El Café, de la Aparcería al capitalismo: ’’Los cambios introducidos por la llamada ‘’Revolución en Marcha’’ no se había limitado a las relaciones de propiedad y producción en el campo. Se intentó modernizar el Estado o, mejor, ponerlo a tono con las nuevas realidades de la vida económica (…) ’’, pero más tarde vendría lo que se llamó la fase de contrarreforma política, surgiendo la ley 100 de 1944 (la ley de la aparcería) que consolidó de forma retrospectiva la reforma de retroceso. [19]En esta ley se prohibía los cultivos permanentes por parte de los aparceros y restableció el pleno derecho a la propiedad, prorrogaba por cinco años más el plazo fijado en el 1936  para el plazo de entrega de la prueba de explotación de las tierras. También esta ley figuró el crédito subsidiado (su volumen se duplicó entre 1940 y194 y se multiplicó por cinco para la ganadería).
Por parte del Estado, se dio una financiación barata para la importación de maquinaria (1945) y asesoría técnica y protección arancelaria, se restringió la competencia extranjera, la Caja de crédito Agrario fue separada del Banco Hipotecario Agrícola (otorgaba créditos a largo plazo)[20]a través de las Leyes 20 y 26 de 1959 y/o emisión de bonos de desarrollo agropecuario (Fondo Financiero Agrario, 1966-1973).
De 1945, la agricultura empieza a expandirse (3,8%) con más velocidad debido a la gran inversión en maquinaria y el auge de la economía nacional en la posguerra; hablando de la producción de caña, esta aumenta un 30%  de la superficie geográfica del Valle del Cauca (140.000 hectáreas), se cosecha en mayor medida el arroz y el algodón, se extiende las siembras de cebada y trigo y finalmente la producción lechera también sube.
Existieron unos intentos de reforma agraria, entre ellos la creación del Instituto de Parcelaciones, Colonización y Defensa Forestal; el seguro social creado por la ley 90 de 1946 con el fin de ampliar la cobertura de inclusión de la población indígena y ya en 1950 se fija los salarios mínimos, que determinaba un límite en el grado de explotación laboral.

Los principales planes de desarrollo elaborados en Colombia desde 1936 sugiere, con mucha claridad, que en cuanto hace relación al sector agropecuario el mayor énfasis ha sido enderezado a aumentar los niveles de producción y de productividad de café y de los llamados cultivos industriales. La segunda prioridad ha correspondido al estímulo dado a las exportaciones agrícolas, a lo cual han seguido con intensidad las políticas y programas destinados a incrementar la disponibilidad de alimentos básicos de consumo interno. Es sólo en cuarto lugar y como última categoría que las medidas de reforma agraria aparecen como un elemento principal entre los objetivos de la política agropecuaria colombiana.[21]


 Citas del texto:




[4] Esta ley permitió legalizar las ocupaciones de hecho mediante el pago de una determinada suma de dinero (composiciones) a la administración real. La medida autorizó también a los colonos influyentes que, sin ser encomenderos, poseyeran ganado, la legalización de su dominio sobre extensos territorios. KALMANOVITZ, Salomón, Economía y nación… 1988 pp. 30
[5] CASTRO de POSADA, Beatriz (Ed). Ensayos selectos de Antonio J. Posada sobre economía agrícola colombiana.1986. Pp. 73
[6] ‘’…una expansión y consolidación de la hacienda desde la segunda mitad del siglo XVII, en parte como resultado de las modificaciones que fue sufriendo la mita agraria, la que al dispersar la población india posibilitada la absorción de la fuerza de trabajo en las haciendas, en parte de la decadencia progresiva del resguardo, pero también por el proceso de mestizaje que había formado un apreciable núcleo de campesinado pobre’’. BEJARANO, Jesús Antonio. Campesinado, luchas agrarias e historia social en Colombia: notas para un balance histórico. Siglo Veintiuno Editores. México, 1985. Pp. 12
[7] ‘’En cuanto a los campesinos, éstos simplemente no existen, existen ciertamente los indígenas, los esclavos, los encomenderos y los terratenientes, es decir, explotadores y explotados por vía de las instituciones, pero no los hacendados, los trabajadores libres ni los pequeños propietarios, cuya evolución, de nuevo, se sitúa por fuera de las instituciones’’. BEJARANO, Jesús Antonio. Campesinado, luchas agrarias e historia social en Colombia: notas para un balance histórico. Siglo Veintiuno Editores. México, 1985. Pp. 11
[8] KALMANOVITZ, Salomón. Economía y Nación, una breve historia de Colombia. Siglo XXI Editores. Colombia 1988. Pp. 19
[9] Ibíd., Pp. 93
[10] Ibíd., Pp. 103
[11] NIETO ARTETA, Eduardo. El café en la sociedad colombiana. Bogotá, 1971. Pp. 20 y 21.
[12] Entre 1931 y 1935 se aplicó una política de devaluación que permite que el gremio crezca, al igual que su poder adquisitivo. Ibíd., Pp. 336
[13] KALMANOVITZ, Salomón. Economía y Nación, una breve historia de Colombia. Siglo XXI Editores, Colombia. 1988. Pp. 332.
[14] OSPINA VÁSQUEZ, Luis. Plan Agrícola, Bogotá, 1961.
[15] En el siglo XIX varios tipos de coerción pueden haber sido utilizados por los propietarios de tierras con los campesinos, pero éstos eran esencialmente los modos privados de coerción. El Estado nacional no era autoritario en su estructura, ya que podría ser mejor llamado una república oligárquica. En cualquier caso, el Estado era demasiado débil para afectar realmente las realidades de poder a nivel local. El gobierno nacional antes de 1880 mejor podría pensar de una estructura esencialmente formal que haya accedido remotamente a las realidades económicas y sociales locales (traducido). HUBER, Evelyne and SAFFORD, Frank. Agrarian Structure and Political Power: Landlord an Peasant in the Making of Latin America. University of Pittsburgh Press, Eurospan, London. 1995. Pp. 144
[16] Hasta afines de los 60's, la historia agraria del país fue ante todo una institucional en el sentido en que tanto la dinámica del sector agrario como las relaciones de trabajos en el campo, las formas de explotación inherentes a esta, se concebían y examinaban a partir de las instituciones coloniales o de su disolución. Resultaba así que la encomienda, la mita, la esclavitud o el concierto agrario, por fuerza de su evolución en tanto de instituciones y de cierto modo por fuera del contexto de la estructura productiva, acababan explicando tanto la formación del campesinado como las relaciones de trabajo y aún la conformación misma de la economía’’ BEJARANO, Jesús Antonio. Campesinado, luchas agrarias e historia social en Colombia: notas para un balance histórico. Siglo Veintiuno Editores. México, 1985. pp. 10
[17] ‘’…hay un debate acerca de la intención original de la Ley 200 de 1936, que regulaba la apropiación de tierras públicas, es evidente que las grandes hacendados en práctica lograron convertir su aplicación en su beneficio y para infligir grandes costes a los inquilinos (...) que los grandes terratenientes eran un obstáculo importante para el orden político y el movimiento hacia la democratización. Ellos obstruyeron la democratización para forjar una coalición autoritario con el estado a nivel nacional, sin embargo recurrieron a la violencia en el ámbito local para hacer valer su control sobre la tierra, para influir en el estado central para proteger su control sobre la tierra, y al resistir si el Estado central hacía algún intento de cumplir las políticas percibidas como hostiles a los intereses de los terratenientes. Como resultado, incluso el período formalmente democrático y reformista de 1939S era unos fenómenos confinados a la política nacional y tuvo poco impacto sobre la realidad del autoritarismo a nivel local (traducido). HUBER, Evelyne and SAFFORD, Frank. Agrarian Structure and Political Power: Landlord an Peasant in the Making of Latin America. University of Pittsburgh Press, Eurospan, London. 1995. Pp. 15
[18] (…) es una herramienta del trabajo experimental que se realiza por medio de las granjas agrícolas y de los agrónomos ambulantes o de extensión (…) CASTRO de POSADA, Beatriz (Ed). Ensayos selectos de Antonio J. Posada sobre economía agrícola colombiana.1986. Pp. 79
[19] ’Entre 1945 y la década de 1970 las élites orientaron y manejaron la política económica con pragmatismo. Terminaron haciendo un híbrido de proteccionismo y librecambismo. El primero, inspirado por la Comisión Económica para la América Latina, CEPAL, y llamado de desarrollo hacia adentro, en contraposición al librecambismo hacia fuera, se justificó después de la bonanza cafetera que concluyó en 1956 con el argumento de que el comercio internacional eran negativos los términos de intercambio de las materias primas. El segundo recomendado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, interesaba especialmente al gremio cafetero y a los exportadores de café’’ PALACIOS, Marco y SAFFORD, Frank. Colombia País Fragmentado, Sociedad Dividida su historia. Grupo Editorial Norma. Bogotá, Colombia. 2002.
  Pp. 552
[20] BERRY, Albert. The development of Colombia, agricultura, mimeógrafo. Yale Universit, 1973.
[21] CASTRO de POSADA, Beatriz (Ed). Ensayos selectos de Antonio J. Posada sobre economía agrícola colombiana.1986. Pp. 131.

REFERENCIAS


BEJARANO, Jesús Antonio. Campesinado, luchas agrarias e historia social en Colombia: notas para un balance histórico. Siglo Veintiuno Editores. México, 1985.

BERRY, Albert. The development of Colombia, agricultura, mimeógrafo. Yale Universit, 1973

CASTRO de POSADA, Beatriz (Ed). Ensayos selectos de Antonio J. Posada sobre economía agrícola colombiana.1986.

COLMENARES, Germán; JARAMILLO URIBE, Jaime; TOVAR PINZÓN, Hermes; MELO, José Orlando; BEJARANO, Jesús Antonio; OCAMPO, José Antonio; BERNAL, Joaquín; AVELLA, Mauricio y ERRÁZURIZ, María. Historia Económica de Colombia. Siglo XXI Editores. Bogotá, Colombia. 1987.
HINCAPIE SANTAMARIA, Julio. Algunos Aspectos de la Estructura Económica de Colombia. Editorial Universidad de Antioquia. Medellín, Antioquia. 1959.
HUBER, Evelyne and SAFFORD, Frank. Agrarian Structure and Political Power: Landlord an Peasant in the Making of Latin America. University of Pittsburgh Press, Eurospan, London. 1995.

KALMANOVITZ, Salomón. Economía y Nación, una breve historia de Colombia. Siglo XXI Editores, Colombia. 1988.
MACHADO, Absalón. El café, de la aparcería al capitalismo. Editorial Punta de Lanza. Bogotá, 1977.
McGREEVEY, William Paul. Historia económica de Colombia 1845 – 1930. Colección Aventura del Desarrollo 14. Ediciones Tercer Mundo. Bogotá, Colombia. 1975.
NIETO ARTETA, Eduardo. El café en la sociedad colombiana. Bogotá, 1971
PALACIOS, Marco y SAFFORD, Frank. Colombia País Fragmentado, Sociedad Dividida su historia. Grupo Editorial Norma. Bogotá, Colombia. 2002.

OSPINA VÁSQUEZ, Luis. Plan Agrícola, Bogotá, 1961.

ROBINSON, James; URRUTIA, Miguel. Economía Colombiana del Siglo XX: un análisis cuantitativo. FCE – Banco de la República, Colombia, 2007.

SANTANA CARDOSO, Ciro Flamarion; PÉREZ BRIGNOLI, Hector. Historia Económica de América Latina, I. Sistemas agrarios e Historia Colonial. Editorial Crítica. Barcelona, España. 1979.




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lunes, 15 de junio de 2015

La Paz en Colombia.

¿De Qué Lado Estar? ¿Retos?

Por: Miguel Ángel Martínez Parra (Est. de Ciencia Política, Universidad del Cauca)

"La actitud política busca el desarrollo y organización grupal, busca limitar la libertad hasta el punto de que no afecte la del otro; este rollo llamado política no es más que una forma de coordinación y armonía mutua."
Fernando Savater



COLOMBIA vive una guerra desde hace 50 años, cruel realidad sí lo es, sin embargo, en cualquier guerra deben entregarse vidas de parte y parte, la paz a través de la historia ha mostrado que se hacen en el furor del conflicto y por lo general no tiene nada que ver con las negociaciones con la elite de poder colombiano sino con la disponibilidad que tiene el pueblo de perdonar simplemente porque la palabra GUERRA no significa un paraíso y el día en que entendamos nuestra verdadera realidad sabremos que la paz es lo que más conviene en estos momentos para el desarrollo integral del país. Arrancarse el alma con la muerte de algunos policías y militares pero alegrarse por la muerte de unos guerrilleros es nada menos que hipocresía humana, doble moralidad (como lo quieran llamar) porque a pesar de todo vidas son vidas y todas merecen la misma apreciación ante los ojos de la humanidad y de las mismas leyes. Yo prefiero que las negociaciones continúen simplemente porque prefiero que con la absolución de la guerra en COLOMBIA la magnitud de muertes que se presentan en la actualidad se reduzca a cero, cosa contraria pasaría si ésta situación continúa, con la paz (no la politiquería) se busca que los colombianos no nos matemos entre nosotros mismos, cosa que con Uribe a lo largo de su periodo de mandato a través de su Plan de Desarrollo Nacional "Seguridad Democrática", expresó unas altas tasas de muertes tanto civil, militar o guerrillera, lo que quiere decir que con Uribe Colombia no fue un oasis precisamente. 

El amarillismo de los medios de comunicación en medio de ésta guerra no solo bloquea una posible COLOMBIA en paz sino que bloquean el perdón que por obligación se necesita para que se construya una "paz verdadera".



Seamos muy objetivos y tengamos el conocimiento cuando vayamos a hablar de cuestiones tan delicadas como ésta, para ello se debe apartar cualquier sentimentalismo o grados de moral; gran tristeza por las víctimas de ésta guerra pero así es nuestra realidad nacional y mientras existan personajes que prefieran sacar del presupuesto nacional para invertirlo a la guerra y no a la educación, seguiremos por el mismo camino que a la hora de la verdad la culpa en gran proporción la tenemos nosotros los colombianos ya que no adquirimos una cultura política (no politiquería) para ejercer la democracia como debe ser.

Entonces, debemos estar es en el lado de la paz no de ninguna figura política a pesar que en Colombia la viveza de algunos sabrán sacar una porción de esto; por lo tanto realicemos una auto crítica para demostrar de forma radical si el problema de nuestro país son las Fuerzas Insurgentes, la corrupción de las personas quienes elegimos para representar nuestros intereses colectivos ante el Estado o la culpa es de la no simpatía con los procesos democráticos de la mayoría de los colombianos que a través del más ruin contenido de los medios de comunicación han lavado y atado las decisiones para una simple dominación.


Con la PAZ no es suficiente para que Colombia mejores en todas la cuestiones (política, económica, cultural, ético, etc.), ya que el gran reto que nos queda es generar a través de políticas públicas un sistema de re-educación integral alejada de cualquier dogma religiosa o de tintes políticos para ofrecer una educación verdadera y ajustada a la nueva necesidad que le permita al colombiano cambiar esa mentalidad que ha hecho que por siglos nuestro país se haya estancado, esa mentalidad de apatía por el valor propio de lo que significa ser colombiano realmente que más allá de un simple equipo de fútbol somos una diversidad de diferencias humanas que nos compone como un todo, esa mentalidad de viveza que ve en cualquier tempano como una oportunidad de salir individualmente  la olla que como bien se sabe lo importante es que a través de construcciones colectivas todos salgamos de ella. Con la paz como pieza clave crearemos un crecimiento efecto dominó donde cada ficha que organicemos y mejoremos adecuadamente le permita a la siguiente mejorar de una forma directamente proporcional.


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