Yesid Conda
(Est. Ciencia Política Universidad del Cauca).
link de la imagen: https://microjuriscl.files.wordpress.com/2012/10/shutterstock_86779999.jpg
Resumen:
Las sociedades de control están
principalmente asociadas a la vigilancia, puesto que no necesita de la
modalidad del encierro -como ocurre con la disciplina-, con el fin de ejercerla
sobre los sujetos. Por tal motivo la vigilancia en la era del control está más
relacionada con el desarrollo tecnológico que con instituciones, en la cual la
primera se sobrepasa a la segunda. El siguiente ensayo pretende desarrollar los
prceptos de las sociedades de control desarrollados por Sygmunt Bauman, Loic
Wacquant, José Libardo Ariza y Manuel Iturralde desde una visión de la ciencia
política.
Palabras
Claves: Sociedad de control, Vigilancia,
Cárcel, Cero tolerancia, Seguridad, Criminalidad.
Abstract:
Control
societies are mainly associated with monitoring, since it does not need closure
mode (as with the discipline), this in order to exercise on the subject.
Therefore, surveillance in the era of control is more related to technological
development with institutions, in which the former exceeds the latter. The
following essay aims to develop the rules of the societies of control developed
by the author Sygmunt Bauman, Loic Wacquant, Jose Libardo Ariza and Manuel
Iturralde, from a perspective of political science.
Key Words: Society Control, Surveillance, Prison, Zero Tolerance, Security,
Crime.
A medida de que el
tiempo pasa, el contexto social de un Estado cambiando, surgiendo dentro sí
efectos positivos o negativos que permiten cuestionar el desarrollo como tal de
la sociedad, con base en esto Bauman expone en “Trabajo, consumismo y nuevos
pobres”, la adaptación del Estado de bienestar de Estados Unidos y Europa, que
si bien, propendía por generar una serie de políticas sociales que respondieran
a las necesidades en cuanto a salud, educación, vivienda, servicios públicos y
subsidios, sin embargo, todas estas acciones de buena voluntad estatal tiene un
costo y por ser tan alto no era sustentable, siendo las empresas capitalistas las
más aptas para soportar ese peso puesto que tenían el dinero; por lo anterior
el Estado se ha obligado a cambiar para adaptarse a las nuevas dinámicas
sociales y económicas, pasando de ser un Estado Liberal, un Estado Socialista a
un Estado Social-Democracia.
Hay que aclarar que dichas empresas
a favor del capitalismo hacían dicho aporte monetario para el sostenimiento de
las políticas sociales debido a que ello podría mantener su ejército de
reserva, es decir, una mano de obra capitalista. Todo esto dio fin cuando
empezaron a salir de las entrañas del neoliberalismo las grandes
transnacionales, que les permitió a través de una migración global de los
diferentes procesos de la producción, reducir los costos, escogiendo como
lugares claves a países en subdesarrollado o en vías de desarrollo ya que su
valor salarial salía en gran proporción más económico, haciendo de su
rentabilidad y sustentabilidad valores más altos.
Gracias al neoliberalismo surge una
nueva clase social: la “clase media”, que a comparación como se cree en
Colombia, no existía la ideología del consumo, es decir, eran consumidores
verdaderos. Éste fenómeno se pudo evidenciar de forma más clara el EE.UU. y
Europa, en donde los que no podían consumir se convertían en los nuevos pobres,
entraría en la categorización social de “clase marginal”, que en su generalidad
eran personas que no trabajaban, que no tenían ética por el trabajo y entrando
en su SER se ubicaban los desempleados, especialmente los que eran jóvenes. Es
ahí cuando la sociedad del control viene imponerse debido a que la pobreza es
criminalizada y por consiguiente era necesario la creación de un Estado Penal
que fuese capaz de castigar los nuevos criminales.
Reseñando la teoría de la
tolerancia cero, esto nos lleva a pensar en las políticas de seguridad
actuales, como lo vemos con Manhattan, en
New York; desde esta perspectiva el llamado desorden social es inadmisible,
como se había dicho anteriormente no es tolerable que haya una sociedad que
vaya en contra del sistema, una sociedad que este presentándose como piedra en
el zapato para el Estado, es sentenciada a ser oculta en las tinieblas de una
cárcel. Esa contraposición al sistema se ha denominado desorden social, el cual
no es tolerado. Cuando se presenta este fenómeno de desorden social es atacado
con la represión, la cual va dirigida a ciertos
sectores de la sociedad, ese sector se puede evidenciar desde aquellos que no
son vistos como productores del capital, es decir aquellos suburbios que se han
quedado en el atraso, en el subdesarrollo y que han demostrado su inconformidad
contra el sistema productivo neoliberal, los cuales van a recibir esa represión
aplicando la no tolerancia hacia el desorden.
Desde las distintas construcciones
nacionalistas, dentro de este concepto de reprimir el desorden social y que
apunta a los pobres en la mayoría de los países como es el caso de Estados
Unidos, donde se puede encontrar que apunta hacia una línea totalmente racista,
y xenofóbica, desde el pensamiento crítico se observa que en el sujeto se encuentran
todas las formas de opresión, racial, de género, entre otras, apuntadas hacia
el ser o hacia el otro que no se adapta a cierto sistema, es decir este
concepto racial hace notar a los Estados, como Estados patriarcales con
proyectos coloniales, pensando el racismo como prejuicio social. Ejemplo de
ello se puede ver que en Estados Unidos se linchan a los negros, en Europa se habla
de Neo Nazis, un racismo prejuiciada con estereotipos, desde aquí el racismo siempre va ser
institucional, no puede haber racismos sin instituciones de acuerdo a Loic Waqcuant.
Desde esa institucionalidad se
puede hacer referencia al concepto policial, es decir que la represión estatal está
representada por un aparato policivo que va a atacar a los pobres, este aparato
represivo, en gran medida es privatizado, ya que la represión se vende o se
maquilla con el concepto de la seguridad, dicho de otra manera se muestra una
idea de seguridad mediante la ejecución represiva del control social u orden
social favoreciendo siempre al pudiente. En síntesis la seguridad solo es de un
sector privilegiado hacia un sector desfavorecido, esto lleva a que la
seguridad sea adquirida por aquellos que tienen como acceder a la seguridad es
decir aquellos que tienen un capital para comprar la seguridad y hacer uso sobre el
otro, o del sujeto visto como un desorden social.
Es así como se puede afirmar que la
teoría de la tolerancia cero, es una teoría de embellecimiento de un problema
social, el problema de la pobreza visto desde una óptica meramente económica. Esto
denominado desde aquellos ciudadanos globales, esos ciudadano globales han
aplicado una ideología del consumo, una sociedad
ideologizada para consumir, para ser productor de la economía, un ciudadano que
sea capaz de adquirir y dar al neoliberalismo, de lo contrario sería objeto de exclusión,
lo que lo estaría llevando hacer parte de aquellos suburbios que son nichos de
pretextos para ser reprimidos, es decir si eres pobre estas condenado a ser
visto como un tropiezo para la economía productiva del desarrollo global.
Es por eso que esa represión va encaminada
hacia los pobres, entre ellos aquellos sujetos que no logran insertarse dentro
del Estado Neoliberal, es así como desde el autor Waqcuant la presión penal coincide, así, sobre
segmentos de población marginada del mercado laboral, entre los que se hallan
población joven, inmigrantes de diversa condición y, en muchos países, bajo una
clara connotación racial. Tal y como se les trata a los afros o inmigrantes en
Europa, en Estados Unidos esta penalización reprime a Latino Americanos,
tratándolos como esclavos, no un Esclavo de tiempos atrás, si no un esclavo sin
condición laboral estable. Según por Wacquant, las probabilidades de sufrir una
detención son reforzadas por el hecho de carecer de trabajo seguro. Además, un
condenado sin empleo es apresado con una mayor frecuencia, a lo cual se añade
la poca probabilidad futura de inserción profesional del detenido o detenida,
situación que incrementa también la duración efectiva del encarcelamiento. En
muchas de las sociedades analizadas, casi la mitad de detenidos tuvo solo
educación primaria, y otro tanto carecía de cualquier trabajo en el período
previo al encarcelamiento, este perfil se presenta en casi la mayoría de los
espacios carcelarios, personas que no supieron insertarse en un mercado del Estado
Neoliberal.
También el autor expresa que se
trata de una política de penalización de la precariedad social, en síntesis la
consolidación de cárceles para la miseria, para aquellos que no se incorporan
al modelo productivo. Con esto, no se trata únicamente como lo expresa Wacquantde
que el encarcelamiento es en sí mismo una máquina de pauperización para los
condenados, sus familias y sus sectores de origen, pues desata a la vez toda
una serie de categorizaciones y clasificaciones sociales que perennizan la
inseguridad social.
Es así como dentro de la tolerancia
cero que nos muestra Wacquant, se pasa del Estado de bienestar al Estado
Neoliberal lo que trae el nuevo Estado Penal, que lógicamente llega regido bajo
un sistema penal que lo único que ha atraído es el hacinamiento de personas
dentro de cárceles, un hacinamiento que ha sido disfrazado bajo el concepto de
seguridad y de quererlo mostrar como una opción de solución al problema de
desorden social, para esto podemos mirar casos como Guatemala y el salvador, donde
existen pandillas como los Maras 18 o los Maras Salvatruchas, es el caso de las
pandillas más peligrosas del mundo, aquí se puede observar varios aspectos,
entre ellos se observa que estas pandillas desde el interior de las cárceles
actúan, lo que da a entender que por más que se trate de tratar este problema
con la penalización, la delincuencia va seguir, en segundo lugar que sus
integrantes son de contextos de pobreza, tercero que los gobiernos de derecha
han realizado campañas contra estas pandillas pero no han logrado erradicarlas,
lo que Wacquan llama un problema de querer ver un desorden social meramente
desde lo represivo hacia la precariedad social.
Otro fenómeno que se presenta desde
este análisis es del hacinamiento, donde se puede encontrar que los datos son
aterradores, de una manera exponencial en los últimos 15 años, del traspaso del
estado de Bienestar al estado Penal el hacinamiento crece en un 70%, y en su
mayoría en países imperialistas va dirigida a emigrantes y negros.
Dentro de este sistema penal, el
cual cada día crece y debido a esto las cárceles no dan abasto, también se
presenta alternativas de penalización como las casas por cárcel, los
dispositivos electrónicos de vigilancia, después de un panóptico ya se pasa a
una vigilancia desde el propio recinto del sujeto. Lo que lleva a que los
gobiernos han enfatizado en incrementar el gasto público sobre los sistemas
penales y penitenciarios, de tal manera que se descuidan servicios públicos
tales como la salud entre otros, ignorando la raíz de problemas sociales y
presentando un visión de ideología consumista es decir queriendo dar a entender
que el desorden social es producto o es culpa de las personas que no son
capaces de insertarse y adaptarse dentro de un modelo productivo y de consumo,
disfrazando la pobreza, y quitándole en cierta medida la responsabilidad al
Estado sobre los servicios públicos como la educación y más bien se está
criminalizando al pobre.
También para traer otro caso a colación
dentro del análisis de la criminalización de la pobreza se puede presentar a México,
un país gobernado por Felipe Calderón. De acuerdo a los últimos estudios,
México se encuentra hundido en una crisis humanitaria caracterizada por actos
sistemáticos de violencia física articulados a condiciones de
violencia estructural. De acuerdo a las cifras oficiales documentan más de 65
mil asesinatos entre diciembre de 2006 y diciembre de 2012 vinculadas a la
guerra contra el crimen organizado.[1]
De acuerdo a esto durante el mismo
periodo, se presentaron más de 11,000 quejas en contra de las Secretarías de Defensa
Nacional (SEDENA), Marina, Seguridad Pública y de la Procuraduría General de la
República (PGR), la mayoría por tratos crueles, detenciones arbitrarias e irregulares
en cateos. A su vez, la misma CNDH reportó casi 17,000 desapariciones desde el
inicio del sexenio hasta noviembre 2011.[2]
Si bien los datos de muertes
violentas y de desaparecidos son en sí mismos escalofriantes, cabe destacar que
suceden en un plano socioeconómico marcado por los efectos
de tres décadas de políticas neoliberales en las que la tasa de pobreza
incrementó de manera significativa en relación al poder adquisitivo y a los
precios de la canasta básica.
Aunque los últimos diez años hubo avances
notables en infraestructura y en acceso a servicios, poco ha mejorado el
incremento de ingresos para las poblaciones en condiciones de marginación en
México[3].
El hombre más rico del mundo,
Carlos Slim, comparte el territorio nacional con 52 millones de pobres, 46% de
la población. Según el Informe del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Desarrollo Humano de los Pueblos
Indígenas, 87% de los 14 millones de indígenas viven en condiciones de alta o
de muy alta marginalidad[4].
Finalmente de acuerdo es estos
ejemplo cercanos, se puede ver como los Estados empiezan a tratar el problema
de la pobreza desde una lógica de represión y criminalización de los suburbios,
de los nichos de pobreza, acumulando personas dentro de centros penitenciarios,
queriendo maquillar el sistema Neo Liberal, excluyendo políticas que vayan
encaminadas a una solución real de problemas sociales.
Al hacer una radiografía del
sistema penal de Estados Unidos, Wacquant expone que hay un crecimiento
exponencial del 70% de presos en ese Estado de Bienestar, siendo en su mayoría
negros e inmigrantes, generando una crisis puesto que ya no habían cama para
tanta gente, siendo un mecanismo para aliviar ese sistema la creación del
sistema horizontal conformado principalmente por la casa por cárcel, el uso de
brazalete rastreador y el chip; las anteriores permitían que sin estar en la
cárcel el preso esté atrapado en el sistema penitenciario. De la misma forma,
muestra que del gasto público se invierte bastante en el sistema penal dejando
de lado la inversión en políticas sociales que resuelvan de forma más radical
éste dilema, ya que actualmente se mete a la cárcel a mucha gente por nada.
Al tener tanta demanda el sistema
carcelario, éste se volvió un negocio redondo para empresas como Microsoft,
Apple ya que se empezó a generar un tipo de privatización usando como
justificación la resocialización y a
cambio de ésta se pone a trabajar a los presos (reducción de la pena), aunque
hay que denotar que la mano de obra que ofrecen los presos es mucho más
económica que en cualquier lado del mundo.
No hay que ir al norte para ver
cómo es que funciona el sistema carcelario, en el cual además de ser una
técnica de encierro, se ha convertido en un orden social excluyente. Colombia
para el 2007, el 20% de los pobres se queda con el 2,7 del PIB (Producto
Interno Bruto), el 20% de la población se queda con el 61% del PIB, el 1,08% de
la población posee el 53% de las tierras rurales productivas y 300 familias
manejan el 75% del mercado bursátil; entonces ¿qué podríamos decir al
respecto?, queda claro que con esas cifras Colombia es el país más desigual del
mundo y es ésta desigualdad la que ha hecho peso en los niveles tan altos de
pobreza, dando como efecto dominó el aumento de la criminalidad que del año
1998 al año 2008, la variación porcentual de la tasa de delitos fue de 71,95%,
es decir, hubieron un 260% más de presos, los cuales un 26,6% eran por delitos
que atentaban con la vida e integridad, un 24,8% atentaron contra el
patrimonio, un 15,18% por narcotráfico, un 9,54 por delitos sexuales y un 8,45%
por atentar contra la seguridad pública; de lo anterior es necesario denotar
que el 94% de los presos pertenecen a a hombres jóvenes ya que estos son más
propensos a caer a la cárcel, el 96,44% de los presos (tanto hombres como
mujeres) no tienen bachillerato y que en el sistema carcelario la
resocialización para ellos es nula puesto sólo el 1,4% del presupuesto en
sistema penal es ejecutado en cuanto a la educación. Del 96,44% de los presos
que entran sin bachillerato apenas 1% al salir de la cárcel logra terminar el
bachillerato y sólo un 1% de esa cantidad presenta las pruebas ICFES.
Respecto al trabajo dentro de la
cárcel, sólo el 35% de los presos trabajan y principalmente en actividades que
no lo cualifican para que cuando salga a la cárcel se integre una actividad
laboral; recogiendo, en Colombia las cárceles no resocializan.
CONCLUSIONES:
El Estado de Bienestar propende por
lo creación de políticas sociales que le permitan redimir las necesidades de la
población.
El Esto Social de Derecho es la
mutación del Capitalismo Social.
La clase media ha sido por mucho
tiempo la que prácticamente sostiene la economía, ya que son los que se dedican
a consumir y consumir
La pobreza es una necesidad de todo
Estado para acabar ya que significa que su población no está teniendo una vida
digna.
Al no ser capaz un Estado de acabar
con la pobreza a través de políticas sociales, le queda el camino de
criminalizarla para concentrarla en un solo lugar.
Entre más desigualdad exista en un
Estado, más niveles de pobreza existirá y por ende el crecimiento de la
criminalidad es directamente proporcional a ésta.
La política de tolerancia cero da una idea de
embellecimiento del ciudadano global y quien no se ajuste a éste y provoque
desorden social debe no ser tolerado.
BIBLIOGRAFÍA
BAUMAN, Zygmunt “Ascenso y caída
del estado benefactor.” Trabajo,
consumismo y nuevos pobres. Gedisa, Barcelona, (1998) 2005. Pp. 73-98.
BAUMAN, Zygmunt. “La ética del
trabajo y los nuevos pobres”. Trabajo,
consumismo y nuevos pobres. Gedisa, Barcelona, (1998) 2005. Pp. 99-128.
WACQUANT, Loic. “Como llega a los
europeos la “sensatez” penal”. Las
cárceles de la miseria. Ediciones manantial. Argentina. (1999) 2004. Pp.
19-82.
WACQUANT, Loic. “la tentación penal
en Europa”. Las cárceles de la miseria. Ediciones
manantial. Argentina. (1999) 2004. Pp. 19-82.
LIBARDO ARIZA, José y ITURRALDE,
Manuel. “los muros de la infamia”, Prisiones
en Colombia y América Latina. Bogotá: Universidad de los Andes., 2011.
[4] PNUD, 2010, p. 30 - 38
Si tienes algún comentario/corrección sobre la ortografía, errores gramaticales y/o opinión, por favor déjala en la sección de comentarios que tan pronto sea posible serán contestados.
¡Gracias!
PULSA "Esc" PARA ACCEDER A LA PÁGINA PRINCIPAL Y HALLAR MÁS CONTENIDO QUE QUIZÁS TE PUEDE INTERESAR.


